En las orillas de los
ïgarapés¨, ( afluentes del Amazonas) de la cuenca amazónica brasileña, se encuentran
los remanentes de los inmigrantes llegados del Nordeste Brasileño a finales de siglo
pasado. Llegaron huyendo de una severa sequía y trabajaron en la extracción de corcho en
sus días de gloria y opulencia, cuando la ópera de Manaos traía a Caruso y otras
estrellas de la época para conciertos patrocinados por los "varones del
caucho". La segunda migración de norteños para las áreas caucheras de la amazonía
(seringales) se dio durante la segunda guerra mundial.
En este interín
los ingleses habían plantado en Malasia inmensas extensiones de havex brasiliensis
sacadas de contrabando del Brasil y desarrollado técnicas de cultivo, que llevaron la
ruina al sistema del caucho nativo donde inmensas áreas de selva eran explotadas, de
manera primitiva, con gran sacrificio humano y costos muy elevados. En los años veinte,
la situación del caucho ya era de decadencia y los precios habían caído
vertiginosamente con la producción asiática |
 |
Cuando los japoneses invadieron Malasia
durante la guerra, la solución de los aliados fue incentivar e inyectar recursos para la
reapertura de las áreas caucheras nativas de Brasil, medida estratégica para el esfuerzo
de la guerra de ese momento. Se realizaron nuevas llamadas de norteños, con el estatuto
de combatientes militares y la amazonía fue recolonizada. Los soldados del caucho, como
fueron llamados estos combatientes sin uniforme, llegaban al puerto de Belem en barcos a
veces torpedeados por submarinos alemanes. Después eran embarcados por el Río Amazonas
hasta las distantes áreas caucheras a las que eran destinados. Por el camino se
encontraban con los remanentes de las primeras migraciones de norteños mezclados con las
poblaciones indias o mestizas. El producto de esa mezcla es el caboclo amazónico, que
aún hoy vive de manera semejante a sus padres y abuelos, después que, con el fin de la
guerra, la vieja y conocida decadencia volvió a reinar en los seringales amazónicos
