Mi nombre es Juan Carlos, el responsable de la Iglesia daimista de San Juan de
Madrid, España, y presidente de la Federación Española de Iglesias Daimistas.
Como sabeis, el pasado 5 de abril llegó a España el proceso inquisitorial encaminado
a perseguir nuestro sacramento en toda Europa. Después de Alemania, Holanda y Francia
parece que nos tocó el turno a nosotros. Y para seros sinceros diría que no nos pilló
de sorpresa el hecho en sí, sino la forma en la que se produjo. Acá levantamos la
primera iglesia daimista en propiedad, siguiendo el modelo brasileño, y éramos
conscientes de que los comienzos no iban a ser fáciles. Tras los acontecimientos
policiales en el resto del continente, nosotros habíamos extremado las precauciones,
reduciendo el ritmo de trabajos y paralizando la eventual expansión de nuestra doctrina
en nuestro país hasta ver que pasaba. Esperábamos que en cualquier momento las
autoridades se pusieran en contacto con nosotros y, por si acaso, estábamos iniciando el
proceso de legalización de nuestra iglesia para estar bien preparados. Pero no dio tiempo
a nada más.
Lo que nunca pudimos imaginar es que nos iban a tratar como si fuésemos delincuentes
de un cártel de la droga colombiana. Estuvieron un mes interviniendo nuestros teléfonos,
espiando nuestras casas e indagando en nuestras vidas. Hasta que les pusimos en bandeja un
motivo para intervenir. El resto ya lo sabeis. Fuimos detenidos seis españoles y los dos
brasileños. Chico y Fernando han estado 54 días en prisión y yo estoy procesado y en
libertad bajo fianza.
Antes de seguir quería agradecer profundamente en mi nombre y en el de todos los
españoles el esfuerzo que habeis hecho para generar esa corriente de solidaridad que aún
continúa. Después del shock sufrido nos ayudó infinitamente a levantar nuestra moral
ver todo lo que se estaba moviendo más allá de nuestro alcance. Y creo que es el momento
de no dejar apagar esta llama de comunicación y puxar hacia delante para conseguir que
esta Nueva Era que ya se ha iniciado en la materia continúe hasta conseguir un
reconocimiento mundial de nuestro derecho a la libertad de culto.
También quería hacer una precision. Para bien o para mal, la política también
afecta a nuestra organización daimista. Es imposible escapar de ella. Y acá sabemos por
referencias la polémica que se organizó con Cefluris por el hecho de que Chico y
Fernando trajeran un Daime a Europa sin el conocimiento previo de Cefluris. Es cierto que
fue un error. Pero fue de todos. Aquí mismo, cuando nos avisaron, no estuvimos despiertos
y aceptamos esta llegada como algo natural sin saber que íbamos directos para el
precipicio. Pero había precedentes y estábamos tranquilos. En Natal fueron varios los
españoles que viajaron con Daime para Europa y no hubo problemas. Gracias a ellos pudimos
mantener el ritmo de nuestros trabajos. Incluso uno de los litros que traían ellos dos
fue facilitado por Cefluris en Río de Janeiro.
Todo bien. No quiero añadir más leña al fuego. Pero sólo precisar que todo esto
hubiera sucedido tarde o temprano. Tres semanas después tenían previsto regresar dos
compañeros andaluces que habían viajado a Mapiá. Y seguramente hubieran traido Daime
com ellos y hubieran sido detenidos en la aduana. Y eso, a pesar de los días de prisión
que han sufrido Chico y Fernando, hubiera sido peor para nosotros porque no se hubiera
producido el movimiento mundial que ha habido. No es lo mismo dos "chamanes
brasileños", como tituló la prensa de acá, en la cárcel que dos españoles poco
conocidos. Creo que estaba escrito que tenía que ser así. Y peor hubiera sido, por
ejemplo, que la policía hubiera entrado en medio de un trabajo espiritual, acompañada de
un ejército de reporteros. Chico y Fernando han ejercido de mártires, pero también su
prisión ha servido para mover algo que los otros incidentes en Europa no habían
conseguido hasta ahora: una solidaridad absoluta por parte de personas procedentes de una
docena de países.
Ahora, como decía antes, es el momento de aprovechar esta energía para dar un paso
decisivo en nuestra unión mundial. Tanto que se está hablando de la globalización
mundial, no podíamos esperar quedarnos fuera por mucho tiempo. La iniciativa de los
irmaos de Brasilia en la creación de una red mundial de daimistas cibernéticos (el
Daimegroups) fue el primer paso. Paulo Roberto, en Río, está haciendo un movimiento
también para agrupar a todos los ayahuasqueiros del mundo en pro de una misma causa: la
defensa de nuestro sacramento como una opción para ejercer en libertad la dimensión
espiritual de cada ser humano. El propio Akira, desde Japón, también estaba pensando en
algo parecido. Incluso con el padre de Fernando falamos mucho sobre el ecumenismo
impulsado por el Vaticano y la necesidad de diálogo interreligioso.
Y en todo este proceso, nosotros hemos entrado en contacto con el Centro Interamericano
de Espiritualidad Indígena, CISEI, con sede en México, que están preparando un
encuentro en Guatemala (febrero del año próximo) con un tema único: pedir a las
autoridades mundiales la libertad para usar las plantas sagradas en un contexto religioso
o de sanación, amparado en el derecho de todas las culturas a expandir su cultura,
espiritualidad y pensamiento por todos los rincones del mundo. La espiritualidad es un
patrimonio de la humanidad. Nadie debe olvidarlo.
Creo que estos acontecimientos nos están marcando claramente el camino. No más
guerras civiles (los españoles sabemos mucho de eso), no mas luchas intestinas, no más
movimientos endogámicos, no más brigas ¡por favor!. Todos los pueblos que utilizamos
plantas de poder estamos en el mismo barco, para bien o para mal. Y en este comienzo de
milenio no tenemos más remedio que unirnos, juntar nuestros credos y luchar juntos por
una unión espiritual verdadera.
En Europa tenemos previsto celebrar el III Encuentro de las Iglesias Daimistas Europeas
el próximo mes de noviembre en Asis (Italia) y esperamos que pueda ser el germen para
crear una Unión Europa entre todos los centros daimistas del viejo continente. Ya estamos
empezando a trabajar junto con el CISEI para participar en ese encuentro de Guatemala e,
imagino, que de aquí a entonces surgirán muchas vías de acción para tratar de mover al
mayor número de personas, instituciones e iglesias del mundo hacia este fin.
De momento la idea está ahí. Y pienso que la unión comienza con uno mismo, el astral
y las personas más cercanas. Lo lógico es ir de menos a más, sumar y no restar, y no
tratar de buscar atajos grandilocuentes o megalómanos que no conducen a nada. Hasta
ahora, por lo menos en Europa, muchos daimistas estaban medio escondidos. Ahora, los que
decidan seguir adelante, ya no tienen nada que ocultar porque todo el mundo sabe lo que
hay. O, mejor dicho, lo que no hay. Nos han sacado del "armario" y ahora es el
momento de ser consecuentes.
Todavía no alcanzo a ver cual es la mejor forma de organizarnos pero ya tenemos
algunas referencias para empezar a movernos. Cualquier referencia será bien recibida y
quizá alguien pueda proponer una buena plataforma de comunicación mundial para avanzar
en este proyecto.
Muchas gracias a todos y ahí quedan nuestros mayores deseos de Amor, Verdad y, ahora
más que nunca, Justicia para todos
JUAN CARLOS
j.carlos.cal@el-mundo.es
¡¡¡VIVA LA LIBERTAD!!!